La violencia electoral local: propuesta de un modelo interpretativo y preventivo a partir de estudios de casos

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2017Author(s)
Reyna Izaguirre, Carlos Enrique
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La presente tesis pretende responder por qué un proceso electoral local degenera en un conflicto
violento. Su hipótesis es que, además de factores puramente electorales y de corto plazo, hay
también factores sociales e institucionales que vienen de antes, enmarcan a los procesos
electorales, y ayudan a explicar la degeneración de una competencia electoral en violencia.
El autor pretende aportar una perspectiva teórica analizando críticamente las
investigaciones previas sobre la materia en el Perú. En el primer capítulo revisa los conceptos que
ellas han manejado sobre conflicto y violencia electoral. Igualmente, sus hallazgos respecto a las
causas de esas situaciones. Como resultado, propone un concepto alternativo de violencia electoral,
el mismo que se inspira en las reflexiones de Hannah Arendt sobre la violencia. Igualmente, en la
búsqueda de explicaciones, se apoya, por una parte, en las ideas de Giovanni Sartori sobre las
consecuencias del escaso desarrollo de los partidos políticos y en las de Samuel Huntington
respecto a las consecuencias que traen las situaciones de cambio social y diferenciaciones de
intereses en el marco de instituciones políticas precarias.
Con esas perspectivas de análisis, en el Capítulo II se vuelven a analizar los hallazgos sobre
tres procesos electorales afectados por la violencia electoral en el año 2002 y que el autor había
trabajado en una investigación monográfica en 2003. Esta vez lo hace con la perspectiva teórica
desarrollada en el Capítulo I.
En el Capítulo III el análisis se focaliza en lo sucedido entre 2003 y 2014 en uno de esos
tres distritos, en donde la violencia llegó a los niveles más extremos y por lo tanto se puede apreciar
hasta donde se puede llegar si, además de actuar sobre los factores puramente electorales y de corto
plazo, no se actúa sobre los factores más estructurales y de más largo plazo. En las conclusiones se resume la ruta que va desde las características sociales e institucionales de
una circunscripción local hasta el desencadenamiento de violencia en un proceso electoral. La
probabilidad de que un proceso electoral local degenere en hechos de violencia estaría determinada
por la coincidencia de los factores siguientes: una significativa proporción de la población en
condiciones de pobreza o desempleo, un proceso de diferenciación social al interior de la localidad,
escaso o nulo desarrollo de instituciones políticas locales, existencia de liderazgos personales que
privilegian una relación clientelista con una parte de la población, en particular con la parte pobre,
polarización social y política de la competencia electoral entre dichos liderazgos y sus opositores,
y un marco legal electoral que coadyuva a la polarización al no proveer garantías para una
competencia limpia y da lugar a un clima de desconfianza.
Si coinciden esos factores, la probabilidad de violencia es alta. Esta se desencadena si la gestión
del proceso por las autoridades electorales no logra revertir la desconfianza sino por el contrario
potencia el descontento y, por otro lado, se carece de la fuerza de seguridad pública en un nivel que
pueda disuadir pacíficamente a los actores de la violencia.
Finalmente, la combinación de una buena gestión del proceso electoral por parte de los
organismos públicos electorales y de una buena protección por parte de las fuerzas de seguridad, puede
salvar un proceso electoral específico, pero, si no se actúa sobre los factores sociales o institucionales
más de fondo, el factor más determinante de la violencia electoral, la polarización política, puede volver
a manifestarse y rebrotar la violencia hasta niveles extremos.
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